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Cristián Nanzer

Arq. FAUD UNC

Profesor Titular Taller Mediterraneo I FAUD UNC

Investigador Cat. 3 UNC

LOS TERRITORIOS DEL PROYECTO

Apuntes a partir del primer

Encuentro Nacional de Talleres de Arquitectura

  1. La urgencia del tiempo del encuentro

 

Tal vez estaba en el aire esa necesidad imperiosa de encontrarse, romper las celdas de clausura en que a veces se convierten los andamiajes académicos y sus burocracias, muros adentro de nuestras facultades y de las cátedras que integramos, donde de tanto oírnos declamar y dar forma a nuestras propias convicciones, empezamos a reducir la realidad a una extensión de esas prácticas y esos pensamientos, construyendo hilos argumentales que nos son naturales, propios o familiares en torno a nuestro hacer, un nido cálido de ideas y experiencias, para enseñar / enseñarnos, a pensar en torno a cómo hacer las cosas, el punto justo dónde la crisálida intelectual se vuelve muro inexpugnable y hermético, contaminado por el peligro de complacientes ecos autorreferenciales. Ya es sabido, en todos los órdenes, la actitud aislacionista  y la reproducción de lo igual, además de peligrosas, se vuelven acciones estériles.

A partir de la iniciativa del colectivo Matéricos Periféricos de la FAPyD – UNR y personalmente de Ana Valderrama, se dio este gran primer paso, salir, exponerse y reconocerse, en las afinidades y las diferencias, lo que abrió el camino para la continuidad de encuentros en busca de profundizar el diálogo sobre la pertinencia  de contenidos, programas y alcances contemporáneos de la enseñanza / aprendizaje del proyecto, como así también discutir sobre los modos de instrumentar y  organizar las formas de compartir experiencias en las diversas latitudes de donde provienen el colectivo de cátedras.

 

  2. La red nacional de Cátedras de Proyecto de la Universidad Pública

 

La escala y extensión, tanto de los problemas, como de las posibilidades que presentan las sociedades que habitan las múltiples geografías de nuestro país, y más aún, de toda la región que nos definen cultural e históricamente como Latinoamericanos,  nos obligan a asumir los límites y las insuficiencias de los modos y prácticas con que aprendemos / enseñamos la arquitectura. De la toma de conciencia de la falta y de la noción de lo incompleto, surge la necesidad de salir de los procesos de ensimismamiento y promover dinámicas de intercambio de saberes y experiencias. Por lo cual nos parece sumamente auspicioso y deseable avanzar hacia una Red Nacional de Cátedras de Arquitectura de la Universidad Pública, poniendo el eje medular en la profundización, pertinencia y alcances de la dimensión esencial del pensamiento de nuestra disciplina: el proyecto, el instrumento intelectual y técnico que nos reúne como colectivo académico y profesional, con el cual interpretamos, interpelamos y transformamos la realidad dada. La construcción de conocimiento a partir del proyecto, nos permitirá no sólo evaluar los cambios y actualizaciones que urgen de los programas de los planes de estudio de las carreras de arquitectura a nivel nacional, sino también adecuarlo a las necesidades particulares de nuestro territorio y región.

 

La Red Nacional de Cátedras de Arquitectura de la Universidad Pública, bien podría incorporar un cronograma articulado de Seminarios de Proyecto y actividades afines, que usualmente llevamos adelante en nuestras respectivas facultades, pero de manera aislada o con eventuales asociaciones acotadas, promover la intensificación de plataformas y oportunidades de intercambio a partir del pensamiento e investigación proyectual  devendrá con el tiempo en la construcción de un atlas plural, vasto e inclusivo sobre las potencialidades y conflictos que contienen las diversas escalas de nuestra geografía física y social. Ejercitar la gimnasia de la inteligencia colectiva y cooperativa, no sólo es un deber de la Universidad Pública, sino se torna en un poderoso instrumento de transformación de la realidad, más aún, cuando se lo desarrolla a partir del pensamiento y la acción de proyecto, vínculo esencial que nos reúne y define en el contrato social de la comunidad a la que servimos.

  

 

   3.La construcción de la cultura del proyecto regional

 

El intercambio entre las facultades de Arquitectura del país,  la deseable movilidad de docentes y alumnos, el conocimiento de prácticas, experiencias y saberes de las diversas escuelas de arquitectura, permitirían avanzar en el tiempo, hacia la consolidación de una cultura de proyecto regional, en esencia dinámica y consistente, integrando identidades y proveyendo herramientas para abordar los desafíos que implica incidir en un mundo complejo, de problemas multiescalares, cuya solución demandan nuevos enfoques intelectuales e instrumentos operativos.

La construcción de una cultura de proyecto regional también implica asumir la aspiración de pensarnos y ser, en consecuencia, por y para nosotros y no recaer en la compulsión histórica de encajar en modelos culturales foráneos,  mayoritariamente eurocentristas, ese complejo colonial recurrente que necesita  de la aprobación de nuestros saberes y acciones a partir de la mirada referencial ajena.

El problema de la falta de creación de conocimiento genuino por parte de nuestras universidades, queda expresado en las palabras que pronunciara Ignacio Chavez rector de la UNAM en 1962: “La Universidad debe enseñar la ciencia al mismo tiempo de crearla. Mientras no lo haga, será la repetidora vulgar de la ciencia ajena, la encargada simplemente de trasmitir un conocimiento prestado, que por ser prestado pronto se vuelve viejo.”

Hoy, la producción e innovación en el  conocimiento es un objetivo estratégico de cualquier política de estado que,  quiera plasmar en los hechos una acción soberana de desarrollo integral, preservando y optimizando recursos territoriales, que es una forma de garantizar un futuro viable para el conjunto de la  sociedad a la cual representa.

Si bien la Universidad Pública ha sabido recuperarse, primero de las recurrentes  dictaduras y luego en democracia, batallar contra políticas neoliberales cíclicas, cuya agenda siempre se  centró en el desmantelamiento institucional y achicamiento de la hegemonía del estado, en favor de la emancipación de espacios y servicios liberados al mercado,  aún falta mucho para que institucionalmente la Universidad sea efectiva y eficiente, tanto en la producción de conocimiento nuevo a instancias de nuestras realidades, como también en  la incidencia concreta en todos los órdenes ligados al desarrollo integral de Argentina.

 

Este tipo de iniciativas y encuentro acaecido en la Facultad de Arquitectura de Rosario, da testimonio de la voluntad de muchos docentes de arquitectura del país, que estamos decididos a explorar asociativamente los caminos hacia otras formas de concebir el rol de la Universidad en relación a la sociedad y al territorio al que debe su razón de ser, como parte integrante del estado nacional. Esto de por sí constituye un inicio auspicioso, el de vincular la esperanza colectiva a las posibilidades de transformación del proyecto en sus múltiples escalas.

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